Queridos lectores, hoy le voy a dedicar el post al Lohengrin de Herzog, autentica belleza estética y una regie que no deja al espectador impasible. En 1987 Wolfgang Wagner solicitó la colaboración del director de cine Werner Herzog para Lohengrin. Los resultados obtenidos por Herzog fueron discutibles, no así los decorados de Henning von Gierke que hicieron de la representación un espectáculo de increíble belleza. La atmósfera de la producción era más de desilusion que de milagro, captando el terrible mensaje nihilista de la obra de Wagner. El reino de Brabante era desolado y frío, un mundo de hielo, nieve, cielo encapotado, luna y estrellas. La obra comenzaba en las orillas heladas del Escalda y como una referencia meteorológica más, Lohengrin aparecía en medio de un torbellino de hielo atravesado por un rayo láser. El segundo acto tenía lugar en las ruinas de un monasterio al borde de un río con verdadera agua, en el que se reflejaba la luna. La escena de los esponsales era al aire libre sobre un prado tras el que se divisaban las cumbres de montañas cubiertas de nieve. Gottfried era un niño debil y sin armadura que avanzaba timidamente por el escenario ignorando su futuro destino. Otra novedad fue que Elsa no muriese al final de la obra sino que se abrazase a Ortrud. A continuación comenzaba a nevar. El clima era de una tensión damatica, que sobrecoje a cualquiera y hace que un esalofrío se apodere. El mensaje schopenhaueriano de Lohengrin (que Tarkovsky recogería años despues...) jamás había sido tan bien entendido. Se convirtió en un icono de Bayreuth en los 90.
Final de la ópera Lohengrin. Paul Frey(Lohengrin), Gabriela Schnaut(Ortrud), Cheryl Studer(Elsa). Bayreuther Festspiele 1989. Dir: Peter Schneider. Regie: Werner Herzog.
Espero que os guste y dentro de muy poquito tendré un sorpresón vienés que colgaré aquí mismo. Os suena aquello de: Wie schön ist di prinzessin Salome, heute nacht... Pues imaginadlo en los 60 y con voces con las que todos soñamos.
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