Mis queridos lectores tal día como hoy se cumplen 33 años de la desaparición de Wolfgang Windgassen, escribo unas líneas para recordar a uno de los más grandes Heldentenores de la historia y uno de mis cantantes favoritos. No se cuantas horas le he dedicado a sus interpretaciones...
Wolfgang Windgassen nació el 26 de Junio de 1914. Era hijo de Fritz Windgassen (grabaciones completas de Fritz aquí), de quien recibió sus primeras lecciones de canto. Debutó en 1941 como D. Alvaro en la “Fuerza del Destino” de Verdi. La segunda guerra le impidió continuar cantando y se incorporó a filas. Tras la guerra comenzó a cantar papeles del repertorio italiano (siempre en alemán) que incluian Rodolfo (La Boheme), Alfredo (la Traviata), Duca (Rigoletto), Pinkerton (Mme. Butterfly), Radames (Aida), y se atrevió con otros papeles Max (Cazador Furtivo) y Pelleas (Pelleas y Melisande). Desde 1945 hasta 1972 (ya como General Intendent) perteneció a la ópera estatal de Württemberg, en Stuttgart, el cual se convirtió en su teatro fetiche.
Pero la verdadera oportunidad y despegue para su carrera le vendría cuando Wieland Wagner se fijó en él, tras una Belle Helene en Copenhague y pensó que era el Parsifal ideal. Y aquí comienza su ascenso al Walhalla. Tras cantar en la reapertura del Festival (1951) inicia una vinculación de 20 años con el festival de Bayreuth, cantando todos (exceptuando las óperas de juventud, que no se representan en Bayreuth) los papeles protagonistas para tenor de Wagner. Wieland Wagner le convertiría en un actor-cantante, Windgassen quien no poseía una voz excepcional, si se destacaba por el talento dramático, que se incremento tras 15 años de trabajo con Wieland. Según menciona Spotts, en su historia del Festival de Bayreuth, Wieland odiaba profundamente a los “divos” (así echó de Bayreuth a muchos), no buscaba voces perfectas, sino auténticos camaleones, que abandonaran su cuerpo a favor del personaje a interpretar. Su voz, juvenil, bellísima y portentosa, dominaba el escenario por encima de la imponente orquesta wagneriana, demostrando una resistencia única. Además, sus cualidades musicales se vieron complementadas con sus grandes dotes de actor: como pocos, sabía introducirse en la psicología de sus personajes, conformando así el ideal de cantante descrito por Wagner para sus obras: voz portentosa y firme, gran resistencia y valor interpretativo: en el escenario se transformaba en Sigfrido, Tannhäuser, Lohengrin...Así son antológicos todos sus trabajos para este Festival, lastima que solo haya una muestra en video de este gran interprete: El Tristan con Nilsson en Osaka bajo la dirección de Boulez. La calidad es mala, pero es una de las pocas oportunidades del ver a este gran tenor.
Wolfgang Windgassen nació el 26 de Junio de 1914. Era hijo de Fritz Windgassen (grabaciones completas de Fritz aquí), de quien recibió sus primeras lecciones de canto. Debutó en 1941 como D. Alvaro en la “Fuerza del Destino” de Verdi. La segunda guerra le impidió continuar cantando y se incorporó a filas. Tras la guerra comenzó a cantar papeles del repertorio italiano (siempre en alemán) que incluian Rodolfo (La Boheme), Alfredo (la Traviata), Duca (Rigoletto), Pinkerton (Mme. Butterfly), Radames (Aida), y se atrevió con otros papeles Max (Cazador Furtivo) y Pelleas (Pelleas y Melisande). Desde 1945 hasta 1972 (ya como General Intendent) perteneció a la ópera estatal de Württemberg, en Stuttgart, el cual se convirtió en su teatro fetiche.
Pero la verdadera oportunidad y despegue para su carrera le vendría cuando Wieland Wagner se fijó en él, tras una Belle Helene en Copenhague y pensó que era el Parsifal ideal. Y aquí comienza su ascenso al Walhalla. Tras cantar en la reapertura del Festival (1951) inicia una vinculación de 20 años con el festival de Bayreuth, cantando todos (exceptuando las óperas de juventud, que no se representan en Bayreuth) los papeles protagonistas para tenor de Wagner. Wieland Wagner le convertiría en un actor-cantante, Windgassen quien no poseía una voz excepcional, si se destacaba por el talento dramático, que se incremento tras 15 años de trabajo con Wieland. Según menciona Spotts, en su historia del Festival de Bayreuth, Wieland odiaba profundamente a los “divos” (así echó de Bayreuth a muchos), no buscaba voces perfectas, sino auténticos camaleones, que abandonaran su cuerpo a favor del personaje a interpretar. Su voz, juvenil, bellísima y portentosa, dominaba el escenario por encima de la imponente orquesta wagneriana, demostrando una resistencia única. Además, sus cualidades musicales se vieron complementadas con sus grandes dotes de actor: como pocos, sabía introducirse en la psicología de sus personajes, conformando así el ideal de cantante descrito por Wagner para sus obras: voz portentosa y firme, gran resistencia y valor interpretativo: en el escenario se transformaba en Sigfrido, Tannhäuser, Lohengrin...Así son antológicos todos sus trabajos para este Festival, lastima que solo haya una muestra en video de este gran interprete: El Tristan con Nilsson en Osaka bajo la dirección de Boulez. La calidad es mala, pero es una de las pocas oportunidades del ver a este gran tenor.
Windgassen y Nilsson como Tristan e Isolda en 1966.
Inolvidable Walther von Stolzing de Windgassen, en Bayreuth 1960.
Windgassen, cantó además Rienzi en Stugartt, en una elegante versión preparada también por Wieland Wagner, que merece la pena oír. Así cumplía con las 11 óperas del repertorio wagneriano, faltándole solo dos para cantar la integral…
Aunque a partir del año 51 comenzó con su meteórica carrera wagneriana, no abandonaría el resto de su repertorio. En su Otello nos da una lección de maestría vocal e interpretativa (gracias a dios está grabada en video), al hacer uno de los “moros” más impresionantes de la historia de la ópera. Su Kaiser en Die Frau ohne Schatten y su Florestan fueron alabados por lo que transmitían, más que por sus cualidades vocales, porque según los espectadores de la época les hacia temblar, nada más salir a escena.
Windgassen dejó de cantar regularmente en 1970, su última grabación fue un Orlofsky para el Murciélago de Böhm en DECCA, por problemas de salud y fue nombrado “General-Intendet” de la Ópera de Stuttgart. A los cuatro años fallecía un 8 de Septiembre de una parada cardiaca.
Aquí os dejo una grabación muy rara de él, es su Frau ohne Schatten en Stuttgartt en 1954.
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R. Strauss
DIE FRAU OHNE SCHATTEN
Der Kaiser: Wolfgang Windgassen
Die Kaiserin: Trude Eipperle
Die Amme: Res Fischer
Barak: Wilhelm Schirp
Die Fäberin: Maria Kinasiewicz (Kinas)
Der Geisterbote: Gustav Neidlinger
Chor und Orchester der Staatsoper Stuttgart
Conductor: Ferdinand Leitner
Live-Recording: Stuttgart, 11. September 1954
Sirva esto de homenaje al gran Wolfgang, uno de los tenores más grandes del siglo XX…
5 comentarios:
Muchas gracias Arsace por el recuerdo a Windgassen, además ilustrado con la grabación de Die Frau que yo no conocía.
A mi personalmente es una versión que me gusta muchísimo. Es el Kaiser perfecto, muy lírico pero con cuerpo. En mi opinión la tenía que haber grabado en estudio y no Hopf que tiene el agudo en el cogote...
A mi personalmente es una versión que me gusta muchísimo. Es el Kaiser perfecto, muy lírico pero con cuerpo. En mi opinión la tenía que haber grabado en estudio y no Hopf que tiene el agudo en el cogote...
Bueno, no se que admirar más si la excelente voz de Windgassen o la admiración que sientes por él.
A mí me costó un poco aceptarlo como heldentenor, que creo que por naturaleza no lo es. Pero si a los resultados debo remitirme, creo que es el mejor tenor wagneriano, al menos desde que tenemos constancia fonográfica.
En todos y cada uno de los roles wagnerianos que interpretó, dejó constancia de su magisterio y poderío, pero entre mis preferidos está el Tannhäuser y su alucinante tercer acto y sus Siegfried's del 56.
No estaría ya tan de acuerdo contigo con respecto a su Otello verdiano. La voz impresiona, pero le falta la italianità, ese fraseo y dicción cálida que los latinos saben darle y que tanto añoro en los germanos y anglosajones, incluso en los más reputados y valorados.
Gracias Arsace por esa Frau, para mí una de las mejores óperas de todos los tiempos. Respecto a Windgassen, poco que añadir ya; un referente, un Siegfried, un Tristán...
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