viernes, 9 de mayo de 2008

Barroco posmoderno (2): Primera mitad de los 90...

Queridos lectores,

comenzamos los 90, con una producción de la Théâtre de la Monnaie de Bruselas del año 1990, protagonizada por Jeffrey Gall y Lorraine Hunt Liberson: GIULIO CESARE. El "posmoderno" en este caso era el genio de Sellars, quien actualizó la historia, situando al dictador romano como presidente de los EEUU en visita oficial a Oriente medio y sacando partido de sus conocimientos adquiridos tras Nixon in China (John Adams, 1987). Violencia, sexo y sangre se entremezclan con las melodias Haendelianas, al más puro estilo barroco aunque vestidos de siglo XX. La originalidad se encontraba en que Sellars halló una forma de escenificar que era compatible con el barroco, ya que enfatizaba en la construcción del personaje, más allá de lo estético, centrandose en un plano polimorfo donde cada personaje poseía una pasión que mantendría y desarrollaría a lo largo de la ópera. Por ejemplo Ptolomeo estaba asociado con una "lujuria adolescente", conviertiendose en un niñato pesimista que acaba arrollado por su nihilismo destructivo, la "seducción con fines políticos" de Cleopatra, el pathos violento de Sesto, quien busca la venganza, o el exacerbado narcisismo de Cesar, que siempre le llevan a ser el centro de la escena.

A priori parece una estupidez, analizado con más calma se nos revela como una de las grandes escenificaciones haendelianas de la historia, rescatando todo el sentido barroco de adaptar la historia al tiempo y malearla para hacerla comprensible al espectador.

Veamos dos fragmentos:



Comienzo de la ópera...



Svegliatevi nel cor (Lorraine Hunt-Lieberson)

Y mañana más...

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